viernes, 10 de junio de 2011

Desperté en medio de lo oscuro

Desperté en medio de lo oscuro
Y caminé como un sonámbulo
Hacia el precipicio.
Entonces me detuve,
miré hacia abajo.
 
Y por lo que vi allí abajo,
En la sima,
En la hondonada,
Me di cuenta que estaba parado
Frente al precipicio de tus ojos.
 
Mientras tanto
La luna se quejaba.
Ella, que es tan silenciosa.
 
Yo no podía apartar mis ojos
De tus barrancos,
De tus profundidades.
 
El vértigo pasó volando,
Se posó en mi cabeza
Como un pájaro desconocido,
Negro,
Sus patas en mi calvicie.
 
Sentí necesidad
De arrojarme
Pero la luna se quejaba.
Y los árboles se quejaban.
 
Quizá
Me estaban dando a entender
Que tus grietas eran peligrosas
Que me podía extraviar en ellas.
Tus grietas.
Tu cañón.
Tus despeñaderos.
 
No hay dudas.
Era el abismo.
Era el precipicio de tus ojos.